Nota: Publicamos un articulo mas en apoyo a lo que hemos siempre defendido hace ya largos años que desmienten la propaganda burguesa no solo sobre Stalin pero tambien sobre la URSS. Pueden descargar el material en este blog en PDF adjuntamos el libro de Samantha Lomb « La política participativa soviética y la discusión del proyecto de Constitución de 1936″ en PDF en Inglés. Tambien existe en francés, ed. Delga.


EL BISNIETO DE STALIN ROMPE EL SILENCIO: LA HISTORIA «CANCELADA» SOBRE EL LÍDER DE LA URSS

En una entrevista apenas conocida, Jacob Jugashvili, bisnieto de Josef Stalin, arroja luz sobre la campaña sistemática destinada a borrar el legado y la verdad sobre uno de los personajes que marcaron la historia del siglo XX. Jugashvili desafía la narrativa establecida, invitando a los lectores a cuestionar lo que creían saber sobre la era soviética y su famoso antepasado.

Desde la década de 1950, la figura de Josef Stalin ha permanecido en una suerte de «estado permanente de congelación». En términos contemporáneos, como los empleados en el debate actual sobre la «cultura de cancelación», este líder histórico, que gobernó la vasta Unión Soviética y lideró los Ejércitos que derrotaron al fascismo alemán y libraron a Europa de su dominio, ha sido, en cierto modo, borrado o «cancelado» del  debate público.

En sentido estricto, «cancelar» implica, en la moderna terminología «woke»anular o hacer desaparecer a personas o acontecimientos marcados por la censura intensiva del establishment. Esta práctica suele estar administrada por quienes dirigen los medios de comunicación, aunque en última instancia, son otros actores no visibles los que determinan las directrices a seguir.

Hay que reconocer, no obstante, que la operación de «cancelar» a Stalin ha sido notablemente efectiva. Es difícil hallar paralelismos históricos en los que se halla llegado a tal grado de invisibilización. Tal vez solo Maximiliano Robespierre haya sufrido un nivel similar de repudio que llega a obstruir una investigación histórica objetiva sobre su figura.

Dos factores clave han contribuido al éxito de esta cancelación. En primer lugar, un grupo de antiguos correligionarios suyos trató de borrar a Stalin de la memoria colectiva de su propio país, eliminando sus estatuas y hasta su propia imagen. Este esfuerzo se realizó con particular profundidad en la Unión Soviética. Una vez logrado esto, hacer extensiva su eliminación a Occidente resultó muy sencillo.

Más allá de cualquier valoración que se pueda tener sobre su trayectoria política, desde una perspectiva de investigación histórica estricta, una buena parte de los historiadores que han estudiado el itinerario político de Stalin, a pesar del acceso sin restricciones del que hoy se dispone a una vasta documentación, han sido incapaces alterar el consenso establecido hace 71 años sobre su condena histórica.

Además, este tabú de la cancelación ha logrado permear no solo a los historiadores, sino también a los políticos, incluidos a un gran número de supuestos correligionarios ideológicos del propio Stalin.

La persistencia de esta persecución programada, cuando se   logra que se convierta en un consenso social y político, suele tener efectos más duraderos y profundos que cualquier prohibición o sanción explicita y directa.

No se llega a prohibir oficialmente glosar sobre el personaje «cancelado» , pero el pánico que provoca la posibilidad de que tales glosas puedan ser públicamente condenadas dispone de tal «carga disuasoria», que es capaz de paralizar la voluntad de los más valientes por puro terror a los posibles efectos personales de las mismas.

Este  tipo de censuras, que ha marcado la percepción de la figura histórica de Stalin,  ha sido muy propia de las cazas de brujas, tanto las medievales como las contemporáneas. Ello es lo que me ha motivado personalmente a reproducir esta entrevista en la que, por otra parte, no se hace ninguna aportación excepcional, pero que en sí misma constituye, sin embargo, un reto.

Jacob Jugashvili

Nacido el 14 de julio de 1972 en Tbilisi, Georgia, Jacob Jugashvili es más que un miembro de una de las familias más controvertidas del siglo XX. También es un artista que ha sabido capturar sus experiencias en obras llenas de memoria y color. Como bisnieto de Josef Stalin, Jacob ha tejido su legado familiar y su pasión artística de manera inseparable.

Formado en Moscú, en la Academia Estatal de Bellas Artes de Tbilisi, y más tarde en la Escuela de Arte de Glasgow, Jacob Jugashvili ha creado una obra que refleja la complejidad de su herencia y su visión única del mundo. Sus exposiciones en galerías destacadas de Londres y Batumi han marcado su presencia en el arte internacional, con temas que abarcan desde la historia hasta la introspección personal.

Durante un tiempo, Jacob dejó de lado los lienzos para enfocarse en otros asuntos, demostrando la versatilidad y profundidad de su carácter. En 2005, un evento clave fue acompañar a su padre, Yevgeni Jugashvili, a una conferencia en los Países Bajos, lo cual significó un momento de reencuentro significativo con su linaje e historia mundial.

Entrevista a Jacob Jugashvili

P: ¿Cómo defiende usted la reputación de Stalin?

    Jacob Jugashvili: Distinguir entre la época de Stalin y su rol personal es crucial. A menudo se le ve como un dictador responsable de eventos ajenos a su verdadero papel. Un verdadero dictador controla todas las estructuras del Estado y sus fuerzas de seguridad. Aunque Stalin no ocupó cargos estatales directos antes de 1941, ejerció liderazgo. Sus contemporáneos lo apoyaban, habiendo compartido la lucha revolucionaria. La estructura de gobierno colegiada que se empleó, evidencia que sus directivas se implementaron efectivamente.

P: En Georgia, Stalin es venerado por algunos y condenado por otros. ¿Cómo evalúa su impacto en Georgia?

      R: No creo que se deba discutir sobre Stalin únicamente en términos de Georgia o Rusia. Como líder de la Unión Soviética, su gobierno tenía un alcance mucho más amplio. En su tiempo, la Unión Soviética servía a su pueblo, a diferencia de las estructuras actuales. Stalin debe ser visto como una figura unificadora más allá de las fronteras georgianas o rusas, especialmente considerando las influencias externas de esa época.

   P: Fue erigido un monumento a los polacos ejecutados en Katyn durante la época de Stalin. ¿Qué opina de esto?

      R: Es importante entender el contexto histórico completo antes de formar un juicio. En los años 30 y 40, las relaciones internacionales eran extremadamente complejas. Los eventos en Katyn son una tragedia, pero atribuir directamente a Stalin la responsabilidad es simplificar excesivamente la historia. Debemos analizar más a fondo las múltiples fuerzas en juego durante ese período.

P: ¿Usted ve la caída de la Unión Soviética como algo negativo? ¿No cree que ese fue uno de los períodos más oscuros de la historia de Georgia?

    R: La caída de la Unión Soviética fue un evento complejo con numerosas consecuencias, algunas negativas y otras positivas, dependiendo de la perspectiva. Para Georgia, trajo desafíos significativos, pero también oportunidades de reinventarse política y culturalmente. Es esencial valorar estos eventos desde múltiples ángulos para comprender completamente sus implicaciones.

P: Su padre, Evgeny Djugashvili, demandó a la revista Novaya Gazeta.

    R: Ese caso fue emblemático de los desafíos de mantener un debate abierto y respetuoso sobre figuras históricas. Fue una oportunidad para confrontar y clarificar muchas percepciones erróneas que persisten en la prensa y la sociedad sobre mi bisabuelo y su era.

P: Ahora usted tiene un segundo caso judicial acerca de Stalin.

   R: Este nuevo caso es otra instancia donde buscamos establecer claridad histórica y confrontar las difamaciones que aún circulan. Estos procesos judiciales son una forma de diálogo, aunque se lleven a cabo en un tribunal.

   P: ¿Cómo evalúa usted la declaración de Merabishvili en su entrevista con «Kommersant» de ofrecer dinero a los rusos para derribar el monumento de Stalin?

    R: Los monumentos son símbolos poderosos, y las reacciones hacia ellos reflejan las profundas divisiones en cómo interpretamos nuestra historia. Este tipo de declaraciones muestra cuán polarizada sigue siendo la visión de figuras como la de  Stalin. Justamente por ello es crucial que discutamos estas cuestiones en forma abierta y constructiva

Fuente: Por Aday Quesada para Canarias Samanal

Mas: adjuntamos el libro de Samantha Lomb « La política participativa soviética y la discusión del proyecto de Constitución de 1936″ en PDF en Ingles. Tambien existe en Frances , ed. Delga.

Soviet Participatory Politics and the Discussion of the 1936 Draft Constitution