NOTA: A pesar de casi un siglo de su muerte, centenares de personas se presentaron ante su mausoleo en la Plaza Roja de Moscú para depositar flores.
El 21 de enero de 2023 se cumplen 99 años de la partida física de Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin.
Casi un siglo de su partida y sus postulados siguen vigentes con palpitante actualidad.
Uno de los aportes de Lenin fue ser el constructor del partido obrero revolucionario, el partido llamado a ser la revolución que llevará a la humanidad a vivir en una sociedad sin explotados y explotadores, sin guerras, en que todos podrán gozar del producto del trabajo colectivo.
UN PARTIDO REVOLUCIONARIO
“Sólo un partido dirigido por una teoría de vanguardia puede cumplir la misión de combatiente de vanguardia” (Lenin: “¿Qué hacer?”, en Obras escogidas en tres tomos, T.I, p. 135)
UN PARTIDO CON UN JUSTO EQUILIBRIO ENTRE LA DEMOCRACIA INTERNA Y UNA DIRECCIÓN CENTRALIZADA
Ello con la consecuente aplicación del método centralismo democrático.
UN PARTIDO CON LUCHA IDEOLÓGICA INTERNA
Lenin en el epígrafe de su libro “¿Qué hacer?” utilizó una frase de una carta que Lassalle escribió a Marx el 24 de junio de 1852, que dice: “…La lucha interna da al Partido fuerza y vitalidad; la prueba más grande de la debilidad de un partido es la amorfía y la usencia de fronteras bien delimitadas: el partido se fortalece depurándose”…
No es casual que Lenin colocara este epígrafe a una de sus más importantes obras. Lo hizo para subrayar la existencia de la lucha ideológica al interior del partido y su enorme importancia.
Es natural que exista la lucha de ideas dentro del Partido. Ello responde a lo científico, a la ciencia de la dialéctica, más concretamente a la Ley de la Unidad y Lucha de contrarios.
La ley de la unidad y lucha de contrarios es la médula y esencia de la dialéctica materialista. Por oposición a la metafísica, la dialéctica parte del criterio de que las cosas y los fenómenos de la Naturaleza y de la Sociedad humana llevan implícitas contradicciones internas, que son la fuente del proceso de desarrollo.
En la Naturaleza siempre hay algo que nace y se desarrolla, y algo que muere y caduca. La lucha entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que muere y lo que nace, entre lo caduco y lo que se desarrolla, constituye la ley del proceso de evolución.
UN PARTIDO CAPAZ DE UTILIZAR LA CRÍTICA Y LA AUTOCRÍTICA
La crítica es un arma de enorme importancia. Pero es de doble filo.
Puede ayudar si es bien utilizada. Si es fraternal; concreta, en que se critica un error o una falla y no al compañero; realizada a tiempo y en el lugar correspondiente.
Puede ser perjudicial, si se hace en forma agria, como si se enfrentara a un enemigo; si se critica al camarada y no al error que pudo cometer.
La autocrítica: es tal vez la cosa más difícil, es cuando se pone a prueba la conciencia comunista.
La autocrítica debe ser sincera no formal. Consiste en reconocer un error cometido estando convencido de que no lo volverá a cometer.
UN PARTIDO CON DIRECCIÓN COLECTIVA
Esta se compone de dos elementos: 1) la discusión colectiva y 2) la responsabilidad individual de todos los miembros que comprenden el colectivo respectivo (Secretariados, Órganos de Dirección, Comisiones, Células).
LA DIFERENCIA ENTRE PARTIDO Y MASA
Lenin planteó: “Olvidar las diferencias que existe entre el destacamento de vanguardia y toda la masa que gravita hacia él, olvidar el deber constante que tiene el destacamento de vanguardia de elevar a sectores más amplios cada vez a un nivel superior sería únicamente engañarse a sí mismo, cerrar los ojos ante la inmensidad de nuestras tareas, restringir nuestras tareas. Y precisamente en ese cerrar los ojos y en ese olvidar se incurre cuando se borra la diferencia existente entre los que se adhieren y los que ingresan, entre los conscientes y los activos, por una parte, y los que ayudan, por otra”. (Lenin : “Un paso adelante dos pasos atrás” Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I, página 319)
LA DIFERENCIA ENTRE ADHERENTE Y MILITANTE
Esto tiene que ver con la diferencia entre simpatizante y militante, entre amigo y miembro del Partido.
Tiene que ver también con el concepto de militante comunista.
En el II congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia hubo una histórica polémica entre el revolucionario Lenin y el reformista Martov sobre el concepto de militante comunista establecido en el artículo primero de los Estatutos del Partido. Al respecto Martov señaló:
“Se considerará perteneciente al Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia a todo el que, aceptando su Programa, trabaje activamente para llevar a la práctica sus tareas bajo el control y dirección de los órganos del partido”.
(Lenin: Un paso adelante, dos pasos atrás”. Obras Escogidas en tres tomos. Tomo1, página 306)
Comenta Lenin: “La idea del artículo primero de Martov sólo aparece al plantearse la cuestión de si pueden los órganos del partido llevar a la práctica su dirección respecto a aquellos miembros de éste que no forman parte de ninguna de las organizaciones del partido”. (Ibidem, página 307)
La proposición de Lenin señalaba: “Se considerará miembro del Partido todo el que acepte su Programa y apoye al Partido tanto con recursos materiales, como con su participación personal en una de las organizaciones de éste”. (Ibidem, página 306)
LA CÉLULA EL ÓRGANO MÁS IMPORTANTE
Y esto tiene que ver también con la célula. Un partido sin células vivas no existe. Todas las tareas las realiza el militante a través de la célula. Sólo es militante comunista quien milita activamente en una célula del Partido o una base de las Juventudes Comunistas.
¡Sin normas leninistas no puede existir un partido revolucionario!
Una observación: Los términos Socialdemocracia, socialdemócrata, utilizados en las citas, corresponden al significado que tenían a comienzos del siglo XX: revolucionaria, revolucionario. Actualmente corresponde a reformista.
Fuente : Iván Ljubetic Vargas
historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER