«Yo vivo añorando Rusia. No me canso de agradecer todo lo que nos dieron, todo ese enorme cariño y toda la solidaridad. Si no fuese por los soviéticos, mi padre hubiese estado muerto. Cada vez que vuelvo a Rusia para mi es una maravilla», concluyó Viviana Corvalán.

Forzada a abandonar su patria, la Unión Soviética se convirtió en su segundo hogar. Es lo que le pasó a Viviana Corvalán, hija del legendario dirigente comunista chileno Luis Corvalán. Hoy, décadas más tarde, recuerda con un enorme agradecimiento la acogida que le brindó la URSS y se considera una patriota de Rusia.

Fue el golpe de Estado de 1973 lo que marcó un antes y un después en la vida de la familia Corvalán. El régimen de Augusto Pinochet detuvo, encarceló y mandó a campos de concentración, al entonces secretario general del Partido Comunista de Chile, Luis Corvalán. Su hijo sufrió torturas y a consecuencia de ellas falleció a la edad de 28 años.

También la vida de sus hijas fue convertida en un infierno. En una entrevista con Radio Sputnik, Viviana Corvalán recordó, en particular, cómo la «expulsaron de la Universidad, le prohibieron estudiar y pisar cualquier centro universitario». Hasta sufrió un arresto domiciliario.

En 1976 marchar al exilio al Estado soviético se convirtió en una oportunidad. Llegó a la edad de 21 años junto con su hermana menor. Para ellas no era un país desconocido, entre otras cosas porque su padre, siendo dirigente del Partido Comunista chileno, viajó varias veces al gigante euroasiático.

«Los pocos regalos que nosotros tuvimos cuando éramos chicos eran aquellos que nos traía él desde  allá. De hecho, mi primera bicicleta fue una bicicleta rusa», señaló Viviana.

Dice que Moscú conquistó su corazón desde el primer momento. «Todo era grande, todo era majestuoso, muy elegante también. Las mujeres también se vestían con bastante elegancia», afirmó.

Su hermana empezó a ir a un colegio y Viviana ingresó a estudiar Dirección de Artes Coreográficas en lo que ahora es el Instituto Ruso de Arte Teatral (GITIS) que cuenta con un gran prestigio internacional.

Paralelamente, trabajó por la solidaridad con los chilenos oprimidos por el Gobierno golpista, lo cual incluyó visitas a los estudios de la antigua Radio Moscú, cuya sucesora es Radio Sputnik. Fue entrevistada en reiteradas ocasiones para el legendario programa Escucha Chile, una voz alternativa al monopolio informativo de la dictadura de Pinochet. En él participó el propio Luis Corvalán, canjeado en 1976 y trasladado aquel mismo año a Moscú, donde tras su liberación residió hasta 1983.

«¿Dónde he sido más feliz? Fue en la Unión Soviética. Independientemente de las deficiencias, errores y faltas que habían, he sido mucho más feliz en mis años de vida en la URSS, porque teníamos el derecho a la salud gratuita, pude estudiar, desarrollarme profesionalmente, trabajar, tener acceso a la cultura, entre muchas otras cosas. Aunque no se ha llegado al socialismo, a lo que se llegó para uno como ser humano fue, indudablemente, mucho más digno y mucho más vivible. Se habla tanto de la dictadura del proletariado, el comunismo, pero la peor dictadura es la dictadura del neoliberalismo. Y es que nos hace vivir como esclavos hoy día», manifestó.

Viviana, quien vive en Chile desde los años 90 ayudando en lo que puede a su hija y su nieto, confiesa que no deja echar de menos a Moscú. De hecho, el tema de Rusia está muy presente en su familia.

«Yo cada cumpleaños de mi hija tengo que hacerle la comida rusa, es el mejor regalo que pueda tener. Y mi nieto, quien ya tiene 12, desde chico me regalaba chocolates diciendo ‘es ruso’, sabiendo que todo lo ruso me gusta. Además, cuando empezó a tocar el piano, él mismo ‘sacaba’ canciones rusas», dijo sonriente.

Fuente : Sputnik, 2019